16 de febrero de 2012

Exposición: CHAGALL, del 14 de febrero al 20 de mayo 2012


MUSEO THYSSEN-BORNEMISZA. Paseo del Prado 8, Madrid
CASA DE LAS ALHAJAS, FUNDACIÓN CAJA MADRID. Plaza de San Martín 1, Madrid

     Desde el 14 de febrero pueden contemplarse hasta 169 obras del artista ruso Marc Chagall en la primera exposición retrospectiva que se celebra en España, con obras repartidas entre el Museo Thyssen-Bornemisza y la Fundación Caja Madrid.

     Las obras proceden de veinte prestigiosos museos de todo el mundo, tales como el MoMA y el Guggenheim de Nueva York, la Kunsthaus de Zürich, el Kunstmuseum de Berna, el Stedelijk Museum de Amsterdam, el Tel Aviv Museum of Art, la Tate Modern de Londres, el Centre Pompidou de París, etc., así como un considerable número de cesiones de colecciones particulares y de la propia familia del artista.

     La muestra permite repasar la trayectoria de uno de los pintores más destacados del siglo XX, cuyo personal e inconfundible estilo le coloca con letras de oro en la historia del arte, por lo que la exposición supone una ocasión única para apreciar un conjunto de obras maestras de este artista irrepetible.

Reproducimos a continuación un texto extraído del catálogo de la exposición:


LAS ALAS DEL POETA

     “(…) Chagall el poeta. Chagall el pintor. O el «poeta con alas de pintor», como dijo Henry Miller. Pocas obras pictóricas tienen en efecto la intensidad lírica, la extraordinaria abundancia de metáforas que posee la obra de Marc Chagall. Metáforas del color y de la forma: gentes que vuelan con la misma naturalidad que los pájaros, gatos con cabeza de hombre, vacas de las que maman niños, cielos que giran, edificios que se tambalean sujetándose por los pelos a un universo en continuo movimiento, soles que explotan en intensa felicidad roja como el calor más devorador, novias que se alzan por los aires semejantes a pompas de jabón. Y nubes y flores y lunas y ángeles y violines. Pero también el cuerpo amoratado del Cristo en la cruz, el rabino solitario y triste del pueblo largamente exiliado, el fuego desolador de la guerra que funde las nieves y los vientres fecundos, la presencia obsesiva de Ella, la que se fue...

     (…) Es en ese contexto en el que la pintura de Chagall, por entonces inicial, alcanza todo su esplendor: desde el comienzo de su carrera, son los poetas los primeros que comprenden todo lo que contiene ese mundo suyo de imágenes poderosas y extrañas, referentes metafóricos de una realidad mucho más profunda que la de la apariencia, sostenida en algún lugar único de la vida, a medio camino entre lo antiguo y lo nuevo, el sueño y la vigilia, la tierra y el cielo, la humanidad y Dios. El mundo «sobrenatural» (surnaturel) –como lo llamó Guillaume Apollinaire– del poeta con alas de pintor Marc Chagall.

     Apenas instalado en París en mayo de 1911, a los veintitrés años, mientras batalla para aprender el francés y se siente deslumbrado en las salas del Louvre y en las galerías donde se expone el arte más rompedor de las últimas décadas, Chagall inicia sus primeras relaciones de amistad con algunos de los grandes poetas del tiempo, los más innovadores, los más libres, aquellos que se muestran capaces de admirar con mucha mayor intensidad que sus colegas pintores el arte inocente y profundo, radicalmente alejado de normas y prejuicios, del joven judío ruso.

     (…) Chagall vuelve a los mismos recuerdos y obsesiones que le exigen incesantemente pintar: los juegos en Vitebsk, la familia, las calles, los vecinos, la relación con los animales y la naturaleza, la Biblia, la música, la escuela, Bella, el amor, los ritos judíos...: «Acércate, nube blanca/ llévame a las alturas/ Abajo oigo sonar las campanas/ Y de las casas asciende el humo».

     El mundo lírico, único y compacto y riquísimo de Chagall, en el que se dan la mano la materia y los sueños, la cotidianeidad inocua y el milagro. De nuevo, como en sus cuadros, la ruptura formal propia de la vanguardia poética y centrada en la libertad total del verso, la sintaxis y la puntuación, se pone al servicio de un universo antiguo, hecho de símbolos y arquetipos que expresan deseos y emociones universales. Alegría y energía vital, pero también melancolía, desconfianza, y la decepción que la vida arroja inevitablemente sobre quienes, como él, la apuran hasta el fondo: «Alguien dice/ no esperes demasiada luz/ en el camino/ Te beberás las lágrimas solo/ al final del sendero».

Ángeles Caso

INFORMACIÓN PARA EL VISITANTE

Museo Thyssen-Bornemisza:
Horario: de martes a domingo de 10.00 a 19.00 h. Los sábados de 10.00 a 23.00 h. La taquilla cierra media hora antes del desalojo de las salas
Tarifas:
Exposición temporal:
‐ Entrada general: 9 €
‐ Entrada reducida: 6 € para mayores de 65 años, pensionistas, estudiantes previa acreditación y familias numerosas.
‐ Entrada gratuita: Menores de 12 años y ciudadanos en situación legal de desempleo

Exposición temporal + Colección Permanente:
‐ Entrada general: 14 €
‐ Entrada reducida: 8 €
‐ Entrada gratuita: menores de 12 años y ciudadanos en situación legal de desempleo.
Venta anticipada de entradas en taquillas o en la web del Museo y en el 902 760 511
Audio-guía, disponible en varios idiomas.

Fundación Caja Madrid:
Horario: de martes a domingo, de 10.00 a 20.00 h.
Lunes cerrado
Entrada gratuita
Servicio de Información: 902 246 810
Servicio de audio-guía, disponible en español, inglés y francés
Visitas guiadas: reserva previa en http://www.fundacioncajamadrid.es/.
Más información en el teléfono: 913 792 050 de martes a viernes, de 10.00 a 14.00 horas. Servicio gratuíto.

Más información:

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