29 de febrero de 2016

Conciertos: MÚSICA Y MÍSTICA: CONTEMPLACIÓN, MEDITACIÓN Y EMOCIÓN, 3 y 4 de marzo 2016




MUSEO NACIONAL DE ESCULTURA. CAPILLA DEL MUSEO
Calle Cadenas de San Gregorio, Valladolid

Ciclo de conciertos con motivo de la exposición
NADA TEMAS, DICE ELLA




Jueves 3 de marzo
Capilla del Museo, 20 h.
MÚSICA Y MÍSTICA: CONTEMPLACIÓN, MEDITACIÓN Y EMOCIÓN
Coro de cámara Alterum Cor
Obras de Raminsh, Esenvalds, Pärt, Mäntyjärvi y Tavener





Viernes 4 de marzo
Capilla del Museo, 20 h.
MÚSICA Y MÍSTICA: CONTEMPLACIÓN, MEDITACIÓN Y EMOCIÓN
Coro de cámara Alterum Cor
Obras de Raminsh, Esenvals, Pärt, Mäntyjärvi y Tavener




Precio entrada: 10 € / 8 € para los Amigos del Museo
Entradas a la venta en la tienda del Museo





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26 de febrero de 2016

Theatrum: BUSTO DEL EMPERADOR CARLOS V, imagen de una adolescente melancolía








RETRATO DEL EMPERADOR CARLOS V
Anónimo
Hacia 1520
Piedra caliza
Museo Nacional de Escultura, Valladolid
Escultura renacentista. Escuela flamenca










De pocos personajes históricos de occidente se hicieron tantos retratos en vida como del emperador Carlos V (Gante, 1500-Cuacos de Yuste, 1558), hijo de Juana I de Castilla y Felipe I el Hermoso, duque de Borgoña, de cuya imagen quedaron numerosos testimonios pictóricos y escultóricos desde su adolescencia hasta su retiro en el monasterio de Yuste. Como es natural, en su mayoría fueron realizados por destacados artistas de su tiempo, como es el caso de los pintores flamencos Bernard van Orley y Jan Cornelisz Vermeyen, del alemán Lucas Cranach el Viejo y del gran maestro veneciano Tiziano, a los que se suman los retratos escultóricos del flamenco Conrad Meit y la importante colección —en la modalidad de medallas, relieves, bustos y figuras de cuerpo entero— realizada por los milaneses Leone y Pompeo Leoni. En todos ellos queda definida la imagen oficial de la Casa de Habsburgo, cuyos miembros también fueron retratados repetidamente, casi siempre sirviéndose del arte para potenciar su prestigio con fines propagandísticos.

La figura histórica del emperador Carlos V aparece vinculada al fructífero periodo del Renacimiento, en cuya evolución artística el género del retrato fue recuperado de las culturas clásicas y potenciado en todas sus modalidades hasta límites insospechados.

Concebido como un medio para perpetuarse por parte de los personajes poderosos, no pudo sustraerse al componente humanístico para formar parte de la memoria histórica, lo que motivó a los artistas a realizar sus propios autorretratos y a los mecenas a encargar los suyos, incluyendo a miembros de su familia. Pero no sólo eso, sino que el género del retrato también se mostraría idóneo para expresar la memoria perdurable de ilustres sabios, héroes y santos, llegándose incluso a recrear la imagen de renombrados personajes históricos de la antigüedad para ser colocados en los gabinetes particulares de algunos gobernantes.

Asimismo, se podría hablar del componente religioso de algunos de ellos, pues del retrato también se sirvieron en el Renacimiento algunos comitentes para expiar sus pecados, haciéndose retratar junto a personajes sagrados como donantes o incorporándose a episodios evangélicos en los que quedaba implícita su redención, adquiriendo un especial significado en el arte funerario. Otro tanto ocurriría respecto al prestigio militar y político, donde el retrato adquiría un valor testimonial y propagandístico mediante las plasmación de unos rasgos identificables con afán de notoriedad e inmortalidad.

Una modalidad del retrato renacentista fue aquella que se inspiraba en los retratos de los emperadores romanos, de los que algunos escultores italianos recuperaron la tipología del busto, como fue el caso de Verrocchio, autor de retratos de varios miembros de la familia Medici en los que estableció la versión florentina de este tipo de representación. En esta misma línea trabajaría después Pietro Torrigiano, que tras formarse en Florencia y asistir a la corte de Lorenzo el Magnífico recorrió Roma y Siena hasta que en 1509 fue reclamado por Margarita de Austria para que trabajara en Amberes. A este escultor, autor de una buena serie de retratos en busto de personajes florentinos, se le considera el introductor de esta modalidad en tierras flamencas, como tiempo después lo haría en la corte inglesa.

Izda: Conrad Meit. Busto del emperador Carlos V, 1518, Gruuthuse Museum, Brujas
Dcha: Anónimo flamenco. Busto del emeprador Carlos V, h. 1520, Museo Nacional de Escultura, Valladolid
A esta tipología responde el retrato del emperador Carlos V que se expone en el Museo Nacional de Escultura de Valladolid, realizado en piedra caliza por un escultor desconocido con una finalidad de exaltación política. A juzgar por los rasgos fisionómicos, cuya fidelidad está fuera de toda duda, el emperador aparece representado con unos veinte años, por lo que puede aventurarse su datación en torno a 1520, cuando tras recorrer varios enclaves españoles heredados de sus abuelos y recabar dinero en Castilla para poder competir con Francisco I de Francia regresó a Alemania para ser coronado en Aquisgrán.

El retrato, que está esculpido con minuciosidad flamenca, presenta numerosas similitudes con los bustos realizados en terracota policromada por el escultor de origen alemán Conrad Meit, que trabajó en la corte de Malinas para Margarita de Austria. Este escultor realizaba en 1518 el busto del joven Carlos, al que el 9 de febrero de ese mismo año las Cortes de Castilla, reunidas en Valladolid, juraron como rey junto a su madre Juana. Esta obra, conservada en el Gruuthuse Museum de Brujas, es prácticamente idéntica al modelo pétreo de Valladolid, compartiendo la misma vestimenta —camisa con el cuello fruncido, jubón y manto— y el collar del Toisón de Oro sobre el pecho, difiriendo en los grandes penachos del sombrero y en los acentuados rizos del cabello.

Conrad Meit. Busto de Carlos V, 1519, Gruuthuse Museum, Brujas
También en el Gruuthuse Museum de Brujas se conserva otro busto similar realizado en terracota policromada por Conrad Meit en 1519, cuando Carlos se hallaba en Barcelona convocando las Cortes catalanas, con el mismo tipo de sombrero y pelo liso. Ambos bustos de terracota tienen su correspondencia con los modelos plasmados por el pintor flamenco Bernard van Orley en dos pinturas, una realizada en 1518 que se conserva en el Museo del Louvre de París y otra de 1519 que se guarda en el Museo Nacional de Bellas Artes de Budapest. En todas estas obras, con mayor o menor grado de idealización, se repiten los mismos rasgos fisionómicos y la misma indumentaria de gala que presenta la escultura de Valladolid.

El emperador Carlos, con la cabeza ligeramente vuelta hacia la izquierda, presenta un rostro alargado, ojos rasgados, mentón prominente y el labio inferior caído como indicio de prognatismo mandibular desde su nacimiento. Como en otras representaciones de la época, luce una melena corta que le llega por debajo de las orejas, en este caso con mechones rizados, y un flequillo recto sobre la frente igualmente con mechones rizosos. A pesar de acusar cierto deterioro en la superficie, seguramente por haber permanecido colocada a la intemperie, en su indumentaria se aprecia una camisa con un cuello circular fruncido, el preceptivo jubón de moda en el siglo XVI y parte de un manto con cuello vuelto. En la serie de aderezos, los más llamativos son el collar del Toisón de Oro sobre el pecho, símbolo de realeza, y los penachos de plumas que adornan el gorro, en cuyo frente se incluye un medallón como ornamento habitual. En conjunto, la obra proclama la presencia de un alto dignatario de una corte europea a través de un cuidado ejercicio naturalista.

Izda: Bernard van Orley. Carlos V, 1518, Museo del Louvre
Dcha: Bernard van Orley. Carlos V, 1519, Museo Bellas Artes, Budapest
Sin embargo, tomando como referencia los pretenciosos e impactantes retratos de su etapa de madurez, especialmente los realizados en mármol y bronce por Leone Leoni, este retrato temprano adolece de falta de vitalidad y aspecto triunfal, casi con la adolescente figura sumida en un ensimismamiento no exento de melancolía, algo común a todas las representaciones del emperador por esos años, siendo el atributo del Toisón el elemento más significativo para reseñar la importancia del personaje representado.

El semblante se ajusta a la descripción que hiciera don Álvaro de Bazán y Guzmán, primer marqués de Santa Cruz: “Fue el Emperador don Carlos mediano de cuerpo, de ojos grandes y hermosos, las narices aguileñas, los cabellos rojos y muy llanos…la barba ancha redonda y bien proporcionada, la garganta recia,…ancho de espaldas, los brazos gruesos y recios, las manos medianas y ásperas, las piernas proporcionadas. Su mayor fealdad era la boca, porque tenía la dentadura tan desproporcionada con la de arriba que los dientes no se encontraban nunca; de lo cual se seguían dos daños: el uno el tener el habla en gran manera dura, sus palabras eran como belfo, y lo otro, tener en el comer mucho trabajo; por no encontrarse los dientes no podía mascar lo que comía ni bien digerir, de lo cual venía muchas veces a enfermar…”. De ello se deduce que el joven emperador tenía una estatura media, cuerpo atlético y unos rasgos faciales marcados por el prognatismo.

Por otra parte, esta escultura representa un testimonio de la imagen que presentaba el monarca cuando en 1518 hizo su presencia en Valladolid para presidir las Cortes, suponiendo su incorporación a los fondos del Museo Nacional de Escultura en 1999, como dación del Banco Santander Central Hispano1, un regreso metafórico a la ciudad que le acogió en vida, cuyos escenarios recorrería de nuevo para asistir a las Cortes de 1527, en esta ocasión acompañado de su esposa, la emperatriz Isabel, que en mayo de ese año daba a luz al infante Felipe (futuro Felipe II) en el Palacio de Pimentel.


Informe y fotografías: J. M. Travieso.                




Sala del Museo Nacional de Escultura donde se expone
NOTAS

1 ARIAS MARTÍNEZ, Manuel. Busto del Emperador Carlos V. Museo Nacional Colegio de San Gregorio: colección / collection. Madrid, 2009, pp. 88-89.









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24 de febrero de 2016

Concierto: PIANO MÍSTICO, 27 de febrero 2016



MUSEO NACIONAL DE ESCULTURA. CAPILLA DEL MUSEO
Calle Cadenas de San Gregorio, Valladolid

Ciclo de conciertos con motivo de la exposición
NADA TEMAS, DICE ELLA


Sábado 27 de febrero
Capilla del Museo, 20 h.
PIANO MÍSTICO
Marta Espinós, piano
Obras de Torres, Mompou, Messiaen, Bloch y Camacho

Precio entrada: 10 € / 8 € para los Amigos del Museo
Entradas a la venta en la tienda del Museo a partir del 2 de febrero


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23 de febrero de 2016

Charla-reportaje: UZBEKISTÁN, 27 de febrero 2016
















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Música en febrero: CANTIGA 217 DE ALFONSO X EL SABIO, por los Músicos de Urueña



CANTIGAS DE SANTA MARÍA, DE ALFONSO X EL SABIO
Cantiga 217: Trata de como un conde de Francia que siguiendo el Camino de Santiago llegó a la iglesia de Santa María de Villalcázar de Sirga, no pudo entrar a la iglesia hasta que confesó sus muchos pecados.
Intérpretes: Músicos de Urueña (grabación de 2012).

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22 de febrero de 2016

VIAJE: PRIMAVERA EN CATALUÑA, del 17 al 24 de abril 2016


PROGRAMA


Domingo 17 de abril
Salida a las 7,30 h. desde la plaza de Colón con dirección a Barcelona. Comida en ruta. Cena y alojamiento en Barcelona.

Lunes 18 de abril
Visita panorámica a la ciudad de Barcelona con guía local. Visitas según programa Domus Pucelae. Cena y alojamiento en Barcelona.
 
Martes 19 de abril
Salida en autocar hacia el monasterio de San Pedro de Roda. Visita a las ciudades de Figueras y Gerona. Regreso a Barcelona, cena y alojamiento.

Miércoles 20 de abril
Salida para recorrer el monasterio de San Juan de las Abadesas, el monasterio de Ripoll y la villa de Olot. Regreso a Barcelona, cena y alojamiento.

Jueves 21 de abril
Salida hacia Reus para visitar la arquitectura modernista. A continuación traslado a Tarragona y visita a la ciudad. Regreso a Barcelona, cena y alojamiento.

Viernes 22 de abril
Salida hacia la abadía de Montserrat. De regreso, visita a la iglesia de San Pedro de Tarrasa. Tarde libre en Barcelona.

Sábado 23 de abril
Salida para visitar Lérida y  Balaguer. Regreso a Barcelona, cena y alojamiento.

Domingo 24 de abril
Salida hacia Valladolid en autocar, con paradas para visitas de camino (Regreso alternativo en vuelo Barcelona-Valladolid).


PRECIO SOCIO: 675 € (en habitación doble).
PRECIO SOCIO: 885 € (en habitación individual).
PRECIO NO SOCIOS: Incremento de 50 € sobre los precios marcados.


REQUISITOS: Grupo mínimo 16 y máximo 30 personas.

INCLUYE:
Viaje en autocar durante todo el recorrido.
Régimen de media pensión en hotel de Barcelona (4*).
Dossier informativo Domus Pucelae.
Seguro Básico de Viaje.
Visitas guiadas a Barcelona, Gerona, Tarragona y Lérida.

NO INCLUYE
Entradas a museos y monumentos.
Extras de hotel y otros gastos no especificados.
Vuelo de regreso (opcional), cuyo precio es de 75 € (no incluye maleta).

INFORMACIÓN Y RESERVA DE PLAZAS: Por correo en la dirección domuspucelae@gmail.com o llamando al teléfono 608 419228 a partir de las 0 horas del día 21 de febrero.


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VIAJE: ESTAMBUL Y CAPADOCIA AL COMPLETO, del 23 de abril al 2 de mayo 2016


PROGRAMA

Sábado 23 de abril   MADRID-CAPADOCIA
Salida de Valladolid a las 8,30 h. desde la plaza de Colón con destino a Madrid/Barajas. Presentación en el aeropuerto, trámites de facturación y salida del  vuelo con destino Capadocia, vía Estambul. Llegada, recepción en el aeropuerto y traslado al hotel. Cena fría y alojamiento en el hotel.

Domingo 24 de abril   CAPADOCIA
Desayuno y salida para la visita de esta maravillosa región, una mezcla de los caprichos de la naturaleza y el arte humano. Visita al Museo al Aire Libre de Göreme (entrada incluida), patrimonio mundial de la humanidad desde 1984. Se asemeja a un complejo monástico compuesto por  decenas de monasterios colocados lado a lado, cada uno con su propia iglesia decorada con frescos. La mayoría de las iglesias pertenecen a los siglos X, XI y XII.  Paradas en los valles de Avcilar y Güvercinlik donde se disfruta de un increíble paisaje lunar. Almuerzo. A continuación, unas típicas visitas a los talleres de alfombras y de ónix y turquesa donde se puede encontrar la calidad y buen precio. Visita de Çavusin, un pueblo típico de la región con sus casas de diferentes culturas. Recorrido por el valle de Paşabağ. A continuación visita al valle de Uçhisar, donde se puede contemplar la antigua fortaleza excavada en la roca (entrada incluida). Visita del Valle de Amor donde veremos las formaciones más curiosas de Capadocia. Cena y alojamiento en el hotel.
(En Capadocia tendrán posibilidad de realizar una excursión en globo aerostático opcionalmente al amanecer y participar en un espectáculo de bailes folklóricos en una típica cueva con bebidas regionales ilimitadas).

Lunes 25 de abril   CAPADOCIA-KONYA
Desayuno, Visita de la Ciudad subterránea de Kaymaklı ó Ozkonak excavadas por las primeras comunidades cristianas (entrada incluida) y salida hacia Konya, en la ruta visita de una típica posada medieval de La Ruta de Seda. Almuerzo en ruta. Llegada a Konya. Cena y alojamiento en el hotel.

Martes 26 de abril   KONYA-PAMUKKALE
Desayuno. Visitaremos el centro de los sufís Mevlana visita de su Museo (entrada incluida), y salida para Pamukkale con almuerzo en ruta. Pamukkale es famosa por sus cascadas calcáreas petrificadas que se han formado a causa de la cal del agua que emana en la zona. A la llegada Visita de Hierapolis ( entrada incluida), posee una necrópolis de más de 150.000 tumbas y uno de teatros más bonitos. Cena y alojamiento en el hotel.

Miércoles 27 de abril   PAMUKKALE-AFRODICİAS-ÉFESO-IZMIR
Desayuno y continuación del viaje  hacia Afrodicias (entrada incluida). Una de las ciudades romanas más bellas de su época salida hacia Éfeso. Visita de la Casa de Virgen Maria ( entrada incluida), continuamos hacia  Éfeso la Capital de Asia Menor en la época romana. Almuerzo. Visita de los vestigios arqueológicos ( entrada incluida) donde destaca el templo de Adriano y la biblioteca de Celso. Cena y alojamiento en hotel zona de Izmir.

Jueves 28 de abril   İZMIR-PERGAMON-BURSA-ESTAMBUL
Después del desayuno continuaremos hacia Pergamon. Visitaremos el Acropol de la ciudad  y Asklepion (entradas incluidas), que se considera como primer hospital del mundo. A continuación salida para Bursa, la primera capital del İmperio Ottomano y almuerzo. En Bursa visita panorámica, donde se encuentra  La Gran Mezquita (entrada incluida) de estilo selyucida, con un oratorio de 12 pilares que sostienen el peso de veinte cúpulas y el Koza Han (Bazar de la Seda), edificio del siglo XIV que conserva las mismas dependencias y la tradicional forma de negociar entre productores y comerciantes. El  Mausoleo verde, entrada incluida) de estilo genuinamente turco, que recibe su nombre por los azulejos de color azul verdoso que recubren su interior. Salida hacia Estambul cruzando en ferry el mar Mármara, traslado al hotel. Cena y alojamiento en el hotel.
---Visita nocturna dependiendo del horario de llegada al hotel. Si no, se realizará otro de los días posteriores.

Viernes 29 de abril   ESTAMBUL CLÁSICO
Desayuno y salida para la visita de la parte antigua comenzando por la Plaza de Beyazit. En esta zona  es donde están concentrados los monumentos más destacados otomanos y bizantinos. Entraremos en  la Mezquita de Soliman, después veremos el famosísimo templo de Santa Sofía ( entrada incluida). Fue el santuario más grande del mundo hasta el siglo XVII Visita del Palacio de Topkapı (entrada incluida). Almuerzo dentro del Palacio de Topkapi. A continuación veremos el Hipódromo Romano, que conserva el Obelisco de Teodosio, , la Columna Serpentina y la Fuente del Emperador Guillermo. Visitaremos también Las Cisternas: Binbirdirek y Cisterna Basilica (entradas incluidas), posteriormente nos dirigiremos a el Museo Arqueológico (entrada incluida). Terminaremos nuestra excursión con la entrada a  la famosa Mezquita Azul y sus jardines, la única del mundo con 6 minaretes. Visita del Gran Bazar. Cena y alojamiento en el hotel.

Sábado 30 de abril   ESTAMBUL BÓSFORO
Desayuno y salida  entraremos en la Mezquita de Eyup y el Barrio de Eyup, despues de la visita subiremos con teleférico a la Cafetería de Pierre Lotti donde tenemos las mejores vistas del Cuerno de Oro. Visita de la Iglesia de San  Salvador de Chora (entrada incluida) como mejor iglesia que refleja el arte Bizantino en mosaicos y frescos y pasaremos por las Murallas y el Acueducto. A continuación cruzaremos a la parte asiática por el primer puente colgante de Bósforo y visitaremos Los Jardines de Çamlıca donde tenemos una vista espectacular de Estambul de la parte asiática. Almuerzo en Las orillas de Bósforo y a continuación tomaremos el barco privado para cruzar  el Bósforo y conoceremos las orillas asiáticas y europeas, los Palacios y las casas más bonitas del país. Entraremos  a la Mezquita Nueva  y  visitaremos el Bazar de las Especias. Traslado al hotel y salida para cenar  en el  barco de  ORIENT HOUSE* , traslado y alojamiento en el hotel.

Domingo 1 de mayo   ESTAMBUL BOHEMİA
Desayuno y salida para la visita del Palacio de Dolmabahçe (entrada incluida). A continuación subiremos a la Plaza de Taksim y caminaremos por la calle İstiklal hasta Torre de Gálata. Subiremos a la torre (entrada incluida) y desde allí bajaremos hasta el Puente de Gálata para el almuerzo. Posibilidad opcional  de Baños Turcos cimberlitas. Traslado al hotel y salida para cenar en el Kumkapi (Pescado). Traslado y alojamiento en el hotel.

Lunes 2 de mayo   ESTAMBUL-MADRID
Desayuno. A la hora indicada, traslado al aeropuerto y vuelo de regreso a Madrid. Traslado a Valladolid.


PRECIO SOCIO: 1350 € (habitación doble)
PRECIO NO SOCIO: 1400 € (habitación doble)
PRECIO SOCIO: 1710 € (habitación individual)
PRECIO NO SOCIO: 1760 € (habitación individual)


INCLUYE:
- Autobús Valladolid-Madrid-Valladolid.
- Acompañante agencia transfer.
- Pasajes de avión en vuelos regulares, clase turista.
- 4 noches de estancia en Estambul en régimen de pensión completa, hotel tipo Beyaz Saray  (2 cenas hotel, 2 cenas restaurantes indicados, 3 almuerzos restaurantes locales).
- 5 noches de circuito en hoteles de 4* y régimen de pensión completa (5 cenas y 5 almuerzos).
- Traslados aeropuerto-hotel-aeropuerto.
- Transporte en autobús según ruta indicada.
- Visitas indicadas con guía local de habla hispana y entradas  según itinerario:
CAPADOCIA
- Museo al aire libre de Goreme (entrada incluida).
- Valles de Avcilar y Güvercinlik.
- Visitas a los talleres de alfombras y de ónix y turquesa.
- Visita de Çavusin.
- Fortaleza de Uchisar (entrada incluida).
- Ciudad subterránea de Ozkonak ó Kaymaklı  (entrada incluida).
- Visita de una típica posada medieval de La Ruta de Seda.
KONYA
- Centro  de los sufís Mevlana  visita de su Museo (entrada incluida). 
PAMMUKALE
- Hierápolis (entrada incluida).
- Afrodisias (entrada incluida).
EFESO
- Casa de la Virgen María (entrada incluida).
- Visita de los vestigios arqueológicos (entrada incluida).
PERGAMON
- Acropol y Asklepion Pergamon (actual Bergama).
BURSA
- Visita Panorámica.
- Mezquita Grande.
- El Koza Han (Bazar de la Seda).
- Mausoleo verde de Bursa (entrada incluida).
- Ferry de Bursa-Estambul.
ESTAMBUL
- Visita de la parte antigua.
- Plaza de Beyazit.
- Mezquita de Soliman.
- Santa Sofía (entrada incluida).
- Palacio Topkapi (entrada incluida).
- Hipódromo Romano.
- Obelisco de Teodosio.
- La Columna Serpentina.
- La Fuente del Emperador Guillermo.
- Cisterna Binbirdirek (entrada incluida).
- Cisternica Basílica (entrada incluida).
- Museo Arqueológico (entrada incluida).
- Mezquita Azul.
- Jardines de Mezquita Azul.
- Gran Bazar.
- Mezquita de Eyup.
- Barrio de Eyup.
- Teleférico (Pierre Lotti).
- Iglesia de Salvador de Chora (entrada incluida).
- Murallas y acueducto.
- Los Jardines de Çamlıca.
- Barco Bósforo.
- Mezquita Nueva.
- Bazar de las Especias.
- Cena en restaurante Orient House.
- Palacio de Dolmabahçe (entrada incluida).
- Plaza de Taksim.
- Torre Gálata (entrada incluida).
- Cena en el Kumkapi.
- Audio individual en las visitas.
- Seguro de viaje Mapfre Asistencia y Cancelación.
- Dossier Domus Pucelae.
- Acompañante Domus Pucelae.
- Reunión informativa del viaje se avisara posteriormente, en principio está prevista sobre el 4/4/16.
- Visado: se realizará en Tempo Tours, oficina c/ Santa Clara.
- Tasas de aeropuerto (aprox. 185 €).

NO INCLUYE:
- Bebidas y propinas.

REQUISITOS: Grupo mínimo 30 y máximo 40 personas.

Hoteles previstos o similares:
Capadocia: Hotel Avrasya, Yiltok, Antinoz, Dedeman 4*– 2 noches.
Konya: Hotel Anemon 4*– 1 noche.
Pamukkale: Hotel Tripolis, Richmond 4*– 1 noche.
Esmirna: Armis 4*– 1 noche.
Estambul: Hotel Beyaz Saray 4*– 4 noches.

Horario de vuelos previstos:
23 de abril
MAD IST    TK1858 1245-1805
IST NVH    TK2018 2050-2215
2 de mayo
IST MAD    TK1859 1320-1650


INFORMACIÓN Y RESERVA DE PLAZAS: Información y reserva de plazas en: domuspucelae@gmail.com o tfno. 608 419 228  desde las 0 horas del 24 de febrero hasta el 2 de marzo 2016.


FORMA DE PAGO:
Entrega a la reserva de 350 €. El resto del importe del viaje antes del 8 de abril en Viajes Carrefour Valladolid 9, en calle Santa Clara 1 (esquina con Gondomar), Valladolid.
El pago se podrá realizar en efectivo, con tarjeta de crédito o por transferencia (solicitar información a la agencia).






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19 de febrero de 2016

Theatrum: ECCE HOMO, el fuerte apego a los modelos fernandinos













ECCE HOMO
Francisco Alonso de los Ríos (Valladolid, ?-1660)
Hacia 1638
Madera policromada
Museo Diocesano y Catedralicio, Valladolid
Procedente de la iglesia de San Juan de Letrán de Valladolid
Escultura barroca. Escuela castellana











La escultura vallisoletana del siglo XVII inevitablemente gira en torno a la personalidad artística de Gregorio Fernández, en especial durante la primera mitad del siglo. Su arrolladora creatividad y su magistral dominio del oficio relegaron a un segundo plano a toda una pléyade de escultores activos en la ciudad, unos coetáneos al gallego y otros discípulos u oficiales de su taller, en ambos casos artífices de obras que imitaban las del gran maestro o simples copistas que complacían a una abundante y variada clientela que demandaba los modelos fernandinos.

La extensa nómina de escultores y ensambladores que trabajaron como oficiales o colaboradores de Gregorio Fernández fue estudiada y publicada por María Antonia Fernández del Hoyo1, que se lamenta de que tras la muerte del maestro, ocurrida el 22 de enero de 1636, disminuyeran considerablemente las obras de calidad en Valladolid, siendo pocos los casos de aquellos —generalmente autores anónimos— que realizaron notables esculturas que copiaban sus modelos o intentaban emular su estilo, señalando como únicas excepciones los trabajos de los escultores Andrés Solanes, Mateo de Prado, Pedro Jiménez y Francisco Alonso de los Ríos, a los que considera seguidores aventajados.

A estos estudios se sumaron los trabajos publicados por Jesús Urrea2, que vinieron a esclarecer el panorama artístico vallisoletano de aquel momento, determinado por una decadencia económica y social de la ciudad al concluir el primer tercio del XVII que tuvo su reflejo en el arte, situación que no sería remontada hasta las postrimerías del siglo, momento en que aparecieron nuevos escultores que intentaban desvincularse de la "estandarización" que había producido la admiración de las obras de Gregorio Fernández, cuya altura nunca consiguieron alcanzar sus imitadores, tanto en el aspecto conceptual como en el técnico (volumen, canon, proporciones, detalle en manos y rostros, tratamiento de los plegados, etc.).

En base a estos presupuestos, podemos acercarnos a la obra del escultor Francisco Alonso de los Ríos, al que Jesús Urrea ya había dedicado años antes un estudio monográfico3. Este escultor, nacido en Valladolid a finales del siglo XVI, perteneció al grupo de aquellos que a lo largo de su vida profesional, en parte contemporánea a la de Gregorio Fernández, se dedicaron en gran medida a emular sus modelos para satisfacer la demanda de una clientela a la que el gran maestro no podía atender por exceso de trabajo. No obstante, el taller de Francisco Alonso de los Ríos se coloca por méritos propios en un lugar sobresaliente, dando muestras de grandes dotes para la creatividad a pesar de tener que replegarse al repertorio fernandino exigido por los comitentes, consiguiendo impregnar a su obra, a pesar de todo, de un estilo personal muy peculiar.

Francisco Alonso de los Ríos primero fijó su residencia en el barrio de San Juan, junto al Monasterio de Nuestra Señora de la Merced, donde vivió tras contraer matrimonio con doña Luisa Hernández en 1606. Un año después, al quedarse viudo, compraba unas casas en "la cruz de San Andrés" (actual plaza de la Cruz Verde), donde permanecería instalado su taller hasta su muerte en 1660.
Allí comenzaría su considerable producción para Valladolid y su zona de influencia,  siendo su primera obra conocida la Virgen del Rosario, destinada a la parroquia de Cevico de la Torre (Palencia) y documentada en 1620. El año 1622 el ensamblador Marcos de Garay, que había contratado un retablo solicitado por el Monasterio de Santo Domingo de Silos, subcontrataba a Francisco Alonso de los Ríos la parte escultórica, que incluía las imágenes de Santo Domingo de Silos y San Sebastián, con cuatro relieves a los lados con San Benito, Santa Escolástica, San Gregorio y San Miguel, completándose con otro relieve de Dios Padre en el remate y el Salvador, San Pedro y San Pablo en el tabernáculo. Esta obra fue destruida por un incendio.

     En 1629 entraba como aprendiz de su taller Jusepe de Pereda, mozo de catorce años que era hermano de Antonio de Pereda, el pintor vallisoletano que tiempo después alcanzaría la fama en la Corte madrileña.

En ese momento Francisco Alonso de los Ríos ya había asumido los modos de trabajo y los modelos arquetípicos creados por Gregorio Fernández, como puede apreciarse en las esculturas de San Juan Bautista, San Antolín, Santa Isabel y Santa Catalina que junto al grupo del Calvario y el tabernáculo elaboró entre 1631 y 1634 para el retablo que presidiría la capilla de las Maldonado en la iglesia de San Andrés de Valladolid, uno de sus mejores conjuntos. Un Calvario de similares características corona el retablo que se le atribuye en la iglesia de la población vallisoletana de Montemayor de Pililla, donde Alonso de los Ríos incorpora relieves que en su mayoría se inspiran en modelos fernandinos. Más personales son las representaciones de Cristo crucificado, como el Cristo del Humilladero de Pesquera de Duero (Valladolid), el de Alba de Cerrato (Palencia) y el del convento de San Pablo de Valladolid.

Sin embargo, ajustándose con gran fidelidad a los modelos de Gregorio Fernández, realiza una serie de representaciones del Ecce Homo que siguen todas las modalidades creadas por el maestro gallego; unas  de cuerpo entero, de pie o sentado, y otras en forma de bustos que llegan a la cintura, en todos los casos incorporando el uso de postizos como ojos de cristal, corona de espinas trenzada, sogas para los amarres, una caña en la mano, etc., con la peculiaridad de que, en aquellos casos que incorpora una clámide sobre el cuerpo de Cristo, esta va enteramente tallada en madera para convertirse en finas láminas que simulan un textil real, siguiendo el modelo creado hacia 1620 por Gregorio Fernández en la figura central del paso de la Coronación de espinas de la Cofradía de la Santa Vera Cruz de Valladolid (actualmente al culto como imagen independiente en la iglesia penitencial de dicha cofradía).

Francisco Alonso de los Ríos. Ecce Homo
Ermita de la Vera Cruz, Nava del Rey (Valladolid)
El mimetismo de Alonso de los Ríos respecto a Fernández es especialmente significativo en la imagen del Ecce Homo sedente de la ermita de la Vera Cruz de Nava del Rey (Valladolid), elaborada hacia 1645, trabajo al que había antecedido hacia 1638 el Ecce Homo del que tratamos, que presentado de pie se inspira directamente en el Ecce Homo que hiciera Gregorio Fernández hacia 1621 y que fue adquirido por el licenciado Bernardo de Salcedo, párroco de la primitiva iglesia de San Nicolás, para donarla a dicho templo vallisoletano (actualmente conservado en el Museo Diocesano y Catedralicio de Valladolid).

En 1639 Francisco Alonso de los Ríos fue víctima de una agresión producida por un ensamblador hijo de su colaborador Melchor de Beya, joven que tras ser denunciado acabó en la cárcel. Durante la década de 1640 este escultor realizaba para Juan de Medina Carranza, las esculturas del retablo de la capilla de San Juan Bautista de la iglesia de Santa María de Tordesillas (Valladolid), de la que era patrono, donde de nuevo incluye unas imágenes de San Juan Bautista, Santa Clara y Santa Catalina inspiradas en los modelos fernandinos. Sin embargo, para la iglesia de Santiago, también de Tordesillas, realizó en 1646 una Inmaculada que no sigue el arquetipo creado por Fernández para dejar aflorar sus dotes creativas, con la Virgen representada en edad madura.

En 1648 Francisco Alonso de los Ríos hacía las esculturas de un retablo que, contratado por Bernardo Rincón, con el que colaboraba en ocasiones, estaba destinado a la iglesia de las Agustinas Recoletas, con el tiempo reconvertida en parroquia de San Ildefonso, en cuya iglesia actual se conservan algunos de los relieves de la infancia de Cristo que lo integraron.  

De su segundo matrimonio con doña Magdalena de Haro el escultor tuvo varios hijos, de los que sólo cuatro le sobrevivieron cuando Francisco Alonso de los Ríos murió en Valladolid en 1660: Antonio, Pedro, Isabel y Juan, siendo Pedro Alonso de los Ríos, bautizado en 1641 en la iglesia de San Andrés, el único que continuó el oficio artístico de su padre. Este, que se había formado en el taller paterno, ese mismo año de 1660 abandonaba Valladolid para trasladarse al ambiente cortesano de Carlos II en Madrid, donde, según apunta Palomino, rápidamente consiguió un gran prestigio4Francisco Alonso de los Ríos fue sepultado en la iglesia de San Andrés, a la que pertenecía por razones de vecindad.

EL ECCE HOMO DEL MUSEO DIOCESANO Y CATEDRALICIO DE VALLADOLID 

Actualmente conservado en el Museo Diocesano y Catedralicio, procede de la iglesia de San Juan de Letrán de Valladolid, donde permaneció hasta que fue cerrada al culto. Realizado por Francisco Alonso de los Ríos hacia 1638, supone una réplica del modelo de Gregorio Fernández conservado en el mismo museo, aunque con ligeras variantes respecto del original, como la posición elevada de la cabeza y el tener la clámide y el paño de pureza tallados enteramente en madera.

Cristo, de tamaño natural —162 cm. de altura—, aparece desnudo y de pie, en posición de contrapposto y con los brazos cruzados a la altura del pecho en actitud de sumisión. La cabeza, dispuesta frontalmente, aparece ligeramente elevada con un gesto ensimismado, con ojos muy abiertos dirigiendo la mirada a lo alto y la boca entreabierta dejando apreciar los dientes y la lengua, como si musitara una súplica ante el doloroso trance. El escultor se esmera en el tallado minucioso de la barba y los cabellos, en ambos casos siguiendo los modos de Fernández, la primera con dos puntas de mechones simétricos y los segundos con raya al medio y los característicos tres mechones sobre la frente, aunque coloca rizos filamentosos sueltos e intercala espacios ahuecados. Para acentuar este naturalismo también recurre al uso de postizos, como los ojos de cristal, una corona de espinos naturales trenzados y regueros de sangre sobre una base de resina.

A pesar de inspirarse en el modelo de Gregorio Fernández, Francisco Alonso de los Ríos, como era habitual en sus esculturas, incorpora elementos propios para personalizar la obra, como un ancho paño de pureza enrollado a la cintura formando minuciosos pliegues en todas las direcciones, con un anudamiento en la parte izquierda y uno de los cabos agitado por la brisa. Es precisamente este característico trabajo de los pliegues de la indumentaria lo que define el estilo de este escultor, a pesar de que presentan la misma dureza y formas quebradas que en los modelos fernandinos.
La esbelta anatomía, en cuyas manos se aprecian los nudillos muy marcados, también característicos de este escultor, aparece recubierta por una clámide tallada que le cubre solamente el hombro derecho y se sujeta mediante una fina cinta sujeta con dos botones, cayendo verticalmente por la espalda formando pliegues ondulados y permitiendo contemplar al frente la desnudez de la figura. En ella Francisco Alonso de los Ríos hace gala de su pericia al reducir el espesor a finas láminas simulando una tela real.

Francisco Alonso de los Ríos. Ecce Homo, 1641. Paso Preparativos para
la Crucifixión, Museo Nacional de Escultura, Valladolid
Completa su aspecto una efectista policromía de colores planos en los textiles y una encarnación en la que se acentúan los rastros de la tortura mediante hematomas violáceos y pequeños regueros de sangre, todo ello pidiendo a gritos una operación de limpieza para recuperar sus valores plásticos. El hecho de figurar grandes llagas en las rodillas remite más al momento del expolio previo a la crucifixión que a su presentación en el pretorio después de ser flagelado.

Según recoge María Antonia Fernández del Hoyo, en 1641 Francisco Alonso de los Ríos repetía este modelo para una capilla del convento de Agustinos Recoletos, una escultura que pasó al Museo Provincial de Bellas Artes de Valladolid tras el proceso desamortizador. Esta escultura, de idénticas características a las del Ecce Homo del Museo Diocesano y Catedralicio, presenta una anatomía menos esbelta y una clámide algo más larga. Por las características ya apuntadas, actualmente integra el paso procesional "Preparativos para la Crucifixión" o momento del expolio, donde se acompaña de tres sayones tallados por Juan de Ávila en 1680. Este grupo procesional se guarda en el Museo Nacional de Escultura y desfila el Viernes Santo con la Cofradía Penitencial del Stmo. Cristo Despojado, Cristo Camino del Calvario y Ntra. Sra. de la Amargura, con sede en la iglesia de San Andrés.


Informe y fotografías: J. M. Travieso.

Francisco Alonso de los Ríos. Ecce Homo, 1641. Paso Preparativos para
la Crucifixión, Museo Nacional de Escultura, Valladolid


NOTAS

1 FERNÁNDEZ DEL HOYO, María Antonia. Oficiales del taller de Gregorio Fernández y ensambladores que trabajaron con él. Boletín del Seminario de Estudios de Arte y Arqueología (BSAA) Tomo 49, Universidad de Valladolid, 1983, pp. 347-374.

2 URREA FERNÁNDEZ, Jesús. Escultores coetáneos y discípulos de Gregorio Fernández en Valladolid. Boletín del Seminario de Estudios de Arte y Arqueología (BSAA) Tomo 50, Universidad de Valladolid, 1984, pp. 349-370.
URREA FERNÁNDEZ, Jesús. Escultores coetáneos y discípulos de Gregorio Fernández en Valladolid (II). Boletín del Seminario de Estudios de Arte y Arqueología (BSAA) Tomo 58, Universidad de Valladolid, 1992, pp. 393-402.

3 URREA FERNÁNDEZ, Jesús. El escultor Francisco Alonso de los Ríos (¿-1660). Boletín del Seminario de Estudios de Arte y Arqueología (BSAA) Tomo 38, 1972, pp. 355-369.

4 BARRIO MOYA, José Luis. El escultor vallisoletano Pedro Alonso de los Ríos: aportación documental. Boletín del Seminario de Estudios de Arte y Arqueología (BSAA) Tomo 63, Universidad de Valladolid, 1997, pp. 411-425.






Francisco Alonso de los Ríos. San Juan Bautista y San Antolín
Retablo de la capilla de las Maldonado. Igl. de San Andrés, Valladolid















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