2 de noviembre de 2011

Un museo interesante: MUSEO DIOCESANO Y CATEDRALICIO, Valladolid


MUSEO DIOCESANO Y CATEDRALICIO - CATEDRAL DE VALLADOLID
Entrada por Plaza de la Universidad, Valladolid


     El Museo Diocesano y Catedralicio de Valladolid, inaugurado en 1965, ocupa las dependencias restauradas de la antigua Colegiata de Santa María, edificada por el Conde Ansúrez y ampliada en el siglo XIII con un conjunto de capillas funerarias, algunas de las cuales, hoy salas del museo, conocieron reformas en el siglo XIV, salvándose de su derribo por quedar inacabada la nueva catedral proyectada en el siglo XVI por Juan de Herrera.

     El museo se abrió por iniciativa de don José García Goldáraz, arzobispo de Valladolid, para exponer las obras del tesoro catedralicio y todo un conjunto de pinturas, esculturas, marfiles, piezas de orfebrería y ornamentos litúrgicos procedentes de parroquias extinguidas de la Diócesis, que encontraron en estas salas su garantía de preservación para el futuro.

     Las diez salas del museo corresponden a espacios arquitectónicos ubicados a los pies de la primitiva Colegiata o abiertas a su desaparecido claustro, mezclándose en ellas los estilos románico y gótico, con un excelente muestrario de cubiertas mudéjares. El acceso al museo se halla en el interior de la catedral, en la capilla absidial del lado del Evangelio donde se encuentra el enterramiento del Conde Ansúrez, promotor de la ciudad de Valladolid. Los espacios más interesantes son la antigua Sala Capitular, un ángulo del primitivo acceso al claustro y las capillas de San Llorente, Santo Tomás, San Blas y Santa Inés, donde se distribuyen bajo arcosolios y en vitrinas toda una serie de seleccionadas obras maestras de los siglos XIII al XVIII de las cuales hacemos constar una breve selección.

     El arte está representado por un importante conjunto de obras que abarcan las modalidades de pintura, escultura, sepulcros, retablos, orfebrería y mobiliario. Entre las obras más destacadas se encuentran:

ARTE MEDIEVAL

* Sepulcros, siglo XIII, Capilla de San Llorente. Procedentes del monasterio cisterciense de Palazuelos, son sepulcros exentos colocados sobre figuras de leones recostados, con la imagen yacente en la parte superior y los cuatro flancos recorridos por escenas bajo arquerías que representan escenas relacionadas con la muerte y el sepelio de los titulares.
* Crucifijo, siglo XIII, Capilla de San Llorente. Preside a cierta altura esta capilla y ofrece las características de los primeros crucifijos góticos, con tres clavos, gran serenidad y tendencia al naturalismo en su anatomía.
* Cúpulas mudéjares, siglo XIV, Capilla de San Llorente. Se añadieron en la reconstrucción de la capilla en 1345 y están realizadas en yeso, una de forma esférica y otra octogonal, decoradas con motivos de lacerías, piñas con mocárabes y escudos heráldicos entre los que figuras las armas del rey Alfonso XI.
* Virgen con el Niño, siglo XIV. Figura en alabastro, con restos de policromía, que sigue los modelos franceses.
* Puertas de la antigua Colegiata, siglo XV. Talla de estilo gótico flamígero, con figuras de salvajes y motivos zoomorfos y vegetales.
* Llanto sobre Cristo muerto, Maestro de San Pablo de la Moraleja, Ca. 1500. Grupo compuesto por nueve figuras dotadas de un fuerte expresionismo, talla minuciosa y rica policromía.
* Piedad, autor anónimo, siglo XV. Dramática composición de estilo hispano-flamenco que presenta a los pies la corona de espinas y una calavera en alusión al triunfo de Cristo sobre la muerte.
* Retablo de Santa Ana, Maestro de Gamonal, siglo XV. Retablo sobre un frontal de azulejería del siglo XVI que se compone de siete tablas de estilo hispano-flamenco que representa episodios relacionados con la madre de la Virgen.

ARTE DEL RENACIMIENTO

* Retablo de San Miguel, Maestro de Osma, Ha. 1500. Retablo compuesto por pinturas con episodios en los que interviene el arcángel, algunos de ellos inspirados en la "Leyenda Dorada" de Santiago de la Vorágine.
* Relieve de la Piedad, Juan de Juni, Ha. 1538. Placa de terracota perteneciente a la serie que el escultor realizó cuan tenía el taller en León, con forzados escorzos que anticipan los modelos a escala monumental.
* Busto del Ecce Homo, Juan de Juni, 1544. Esta impresionante talla, obra maestra del borgoñón, que procede de la cartuja de Aniago, está realizada en madera de nogal y presenta a Cristo como un busto clásico, con la dignidad propia de un emperador. Presenta la corona de espinas tallada y está recubierto con un manto púrpura.
* Cabeza de San Juan Bautista, Juan de Juni, Ha. 1544. Efectista cabeza en la que el escultor se inspira en el grupo helenístico del Laocoonte descubierto en 1506 en Roma.
* Colección de esculturas de Alejo de Vahía, siglo XVI. El museo ofrece una representativa colección de piezas de este escultor nórdico establecido en Becerril de Campos (Palencia) que mantiene la formas de la escultura hispano-flamenca con un estilo personal inconfundible. Entre otras figuran el grupo del Llanto sobre Cristo muerto (Ca. 1500), el grupo de la Anunciación, San Juan Evangelista, San Juan Bautista, San Antonio, San Pedro y San Pablo.
* Grupo del Descendimiento, Juan Picardo, siglo XVI. Composición de gran teatralidad a escala menor que el natural.
* Cristo de la Cepa, siglo XVI. Esta curiosa imagen, capricho de la naturaleza y rodeado de una leyenda milagrosa, se veneraba en una capilla de la iglesia de San Benito y gozó durante mucho tiempo de mucha veneración en Valladolid.
* Custodia procesional, Juan de Arfe, 1587. Espectacular pieza de orfebrería concebida para presidir los desfiles del Corpus. Está enteramente realizada en plata y tiene una estructura arquitectónica piramidal a modo de torre calada. Incluye 30 relieves alusivos a la Eucaristía e infinidad de pequeñas figuras, destacando el grupo de Adán y Eva junto al árbol del Paraíso.
* Relieve de la Virgen con el Niño, anónimo, siglo XVI. Relieve de pequeño formato realizado en alabastro, con labra de gran virtuosismo y estética italianizante.
* Cruz procesional en plata, siglo XVI. Buena muestra de los exquisitos trabajos de orfebrería, con múltiples relieves cincelados en la base y los brazos de la cruz. Procede de Manzanillo (Valladolid).
* San Mateo y San Marcos, Maestro de Portillo, siglo XVI. Pinturas de gran luminosidad y brillantez en el color y una minuciosa descripción de los elementos representados de gusto flamenco, con fondo repujado en oro. Siguen los modelos implantados por Pedro Berruguete.

ARTE BARROCO

* San Martín y el pobre, Gregorio Fernández, 1606. Grupo que sigue el modelo compuesto por Francisco Rincón. Es el primer grupo procesional realizado por el escultor en Valladolid por encargo de un pastelero de Palencia.
* Arcángel San Gabriel, Gregorio Fernández, 1611. Fue realizado para la iglesia de Tudela de Duero y sigue el modelo del Mercurio de Giambologna. Está tallado como un desnudo integral siguiendo el estilo manierista de la primera época del escultor.
* Ecce Homo, Gregorio Fernández, 1613, Sala Capitular. De tamaño natural, está considerada como una obra cumbre de la escultura barroca española, máximo exponente de la madurez alcanzada en el oficio por el escultor, que plasma una figura de bulto redondo que fusiona las cualidades de la estatuaria clásica con el naturalismo capaz de conmover auspiciado por la Contrarreforma. Procede de la primitiva iglesia de San Nicolás.
* Floreros, Diego Valentín Díaz, 1650. Dos buenas muestras de la pintura del mejor pintor en la ciudad durante el siglo XVII, siempre con un estilo muy personal.
* Bustos del Ecce Homo y la Dolorosa, Pedro de Mena, ha. 1673. Excelentes ejemplos de esta iconografía tan repetida por el escultor granadino, caracterizada por el trabajo naturalista de las anatomías y ropajes, el preciso uso de postizos y el singular tallado de la toca y manto de la Virgen en capas superpuestas.
* Asunción de la Virgen, Diego Díaz Ferreras, ha. 1685, Sala Capitular. Esta pintura representa la advocación titular de la catedral vallisoletana.
* Apostolado, Cristóbal García Salmerón, siglo XVIII, Sala Capitular. Colección de pinturas con representaciones de todos los apóstoles sujetando cartelas que completan el "credo" y presididas por la figura de Cristo como "Buen Pastor".
* Sillería del convento de San Benito, Felipe de Espinabete, 1764, Sala Capitular. Formada por 35 sitiales cuyos tableros representan santos de diversas órdenes.
* Maqueta de la catedral de Valladolid, Manuel Alonso Abril, 1780-1795. Reproduce, algo modificado, el trazado original de Juan de Herrera.
* San Pedro Regalado resucitando para dar de comer a un pobre, atribuido a Plácido Constanzi, siglo XVIII. Pintura de gran calidad que representa uno de los milagros atribuidos al santo vallisoletano que es patrono de la ciudad.

     El museo, cuya titularidad corresponde al Arzobispado de Valladolid y al Cabildo Catedralicio, ofrece hasta 450 piezas de primera calidad, destacando aquellas elaboradas en los prestigiosos talleres de la ciudad durante los siglos XVI y XVII. El visitante puede recorrer unas salas que se apartan de los convencionalismos de la mayoría de los museos, pudiendo apreciar como la pureza de las líneas arquitectónicas de la piedra y las espectaculares cubiertas mudéjares no pueden ser mejor marco para que las obras de arte muestren su autenticidad.

HORARIO DE VISITAS:
De martes a viernes de 10 a 13,30 h. y de 16,30 a 19 h.
Sábados, domingos y festivos de 10 a 14 h.
Lunes cerrado.

TARIFAS:
General 2,50 €.
Entrada gratuita los jueves
Reducciones para grupos: consultar con el Museo en tel. 983 304 362.

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