2 de octubre de 2017

Fastiginia: Primer Centenario de la Coronación de la patrona de Valladolid


Estampas y recuerdos de Valladolid

Al rayar el alba del día 21 de octubre de 1917, reinando en España Alfonso XIII, Valladolid se despertó con un repique general de campanas de la torre del Ayuntamiento, de la catedral y de todas las iglesias de la ciudad. Ese fue el día elegido para realizar en la Plaza Mayor de Valladolid la solemne ceremonia de Coronación Canónica de Nuestra Señora de San Lorenzo, patrona de la ciudad, a cargo de José María Justo de Cos y Macho, cardenal arzobispo de Valladolid, que presidió el acto bajo un dosel levantado en la terraza o balcón del Ayuntamiento, a la vista de todos los vallisoletanos que llenaban la plaza y que vivieron momentos de euforia cuando, coronada la imagen a las 13.20 de la tarde, sonó la salva de 21 cañonazos disparados por una batería del Sexto Montado.

UNA LUJOSA CORONA

En tal ocasión la Virgen de San Lorenzo, que con el Niño todavía presentaba el aspecto arquetípico desde los tiempos de la ciudad barroca, es decir, con el cuerpo recubierto por una túnica acampanada, manto superpuesto a la cabeza y rostrillo, todo lujosamente bordado, recibió una flamante corona para cuya elaboración había sido convocado un concurso, difundido por la prensa local y nacional, que entre once proyectos presentados finalmente ganaron los orfebres madrileños Manuel Otero y Daniel Riopérez, cuyo boceto, bajo el lema Omnis Sapientia a Domino Dei est se materializó en  una corona neogótica de tipo real, elaborada en oro y plata sobredorada, en la que aparecen engarzadas las múltiples alhajas recibidas de los fieles, junto a sumas de dinero, en una campaña de suscripción popular. De las 3.990 joyas que la integran, 400 son brillantes, 2.827 rosas, 163 gemas de color y 600 aljófares.  

Procesión tras la Coronación el 21 de octubre de 1917
(Foto Ayuntamiento de Valladolid) 
El cerco o cestillo se adorna con cuatro esmaltes historiados en los que se representan episodios de la historia de la Virgen de San Lorenzo, como el Hallazgo de la imagen, la Curación de una hija de Pedro Niño, la Curación de la reina Margarita de Austria y la Colocación de la imagen en la Puerta de los Aguadores. Estos se alternan con cuatro escudos que corresponden al papa, al cardenal, a España y Valladolid, separados por crucetas con brillantes grandes. Recorren el perímetro dos cenefas en los bordes formadas por brillantes más pequeños.
   
    La crestería y las diademas aparecen rodeadas por una galería de diseño arquitectónico recorrida por un pretil y 24 pináculos góticos, 8 de los cuales albergan bajo un doselete las diminutas figuras de San Pedro Regalado, San Francisco de San Miguel, Santiago, San Lorenzo, San José, San Ildefonso, Santa Teresa y el Beato Simón de Rojas. De la crestería arrancan las diademas o imperiales con trabajos de filigrana que sugieren hojas de cardo, convergiendo todas ellas bajo una esfera que simboliza el orbe y que está coronada por una cruz decorada con perlas y pedrería.

Se completa con una segunda corona de tipo resplandor, igualmente de trazado neogótico ojival, que lleva insertadas hiladas de perlas y numerosos aljófares y piedras preciosas, destacando tres esmeraldas y dos amatistas en la cúspide. El conjunto no puede ser más exquisito y original.
Corona de la Virgen de San Lorenzo. obra realizada en 1917 por
los orfebres Manuel Otero y Daniel Riopérez, de Madrid
     Un modelo de similar riqueza, pero mucho más sencillo y sin resplandor, fue colocado sobre la cabeza del infante, cuyos zafiros, topacios, turquesas, esmeraldas y perlas proceden íntegramente de las donaciones de los fieles.

     Es obvio decir que aquella coronación fue celebrada en Valladolid por todo lo alto, siendo multitudinaria la procesión de regreso desde el Ayuntamiento a la iglesia de San Lorenzo. Ahora se cumple el Primer Centenario de aquella Coronación, que también supuso la declaración oficial de Patrona de Valladolid, y se quiere rememorar con la misma solemnidad, aunque con el ceremonial ajustado a los nuevos tiempos.

      No obstante, la imagen lucirá en la procesión programada para el 22 de octubre un nuevo manto que pacientemente, al antiguo modo, han confeccionado las monjas Carmelitas Descalzas del convento de Carrión de los Condes, una pieza en tisú dorado sobre la que han recolocado con destreza los bordados de hilo de plata reaprovechados del manto anterior, que lucirán como nuevos. Asimismo, la Virgen de San Lorenzo estrenará un nuevo baldaquino que ha sido encargado por la Hermandad titular a un taller especializado de Torralba de Calatrava (Ciudad Real).  

Matías Blasco. Preocesión de la Virgen de San Lorenzo, 1621
Iglesia de San Lorenzo, Valladolid
Para la conmemoración del Centenario, aparte de los actos litúrgicos preceptivos, la imagen de la patrona de Valladolid será llevada al anochecer del día 20 de octubre desde su sede a la catedral, donde al día siguiente el cardenal arzobispo Ricardo Blázquez oficiará una misa pontifical. El día 22 tendrá lugar la solemne procesión de regreso a la iglesia de San Lorenzo, en la que participarán instituciones y cofradías, que incluirá una parada ante el Ayuntamiento para recordar la efeméride. A ello se sumarán otras actividades culturales, como conferencias y una exposición monográfica sobre la Patrona.

UNA IMAGEN DEVOCIONAL DE GRAN FERVOR POPULAR

La Virgen de San Lorenzo está vinculada a la historia de Valladolid desde la Edad Media, aunque la potenciación de su devoción se produjo durante el quinquenio 1601-1606, cuando la ciudad se convirtió en capital de la corte de Felipe III. En ese tiempo se produjo un hecho protagonizado por la piadosa reina Margarita de Austria que felizmente fue reflejado tiempo después, en 1621, por el pintor Matías Blasco, en una pintura de gran formato que a modo de crónica visual se conserva en la iglesia de San Lorenzo. En ella se representa una larga procesión en la que aparecen frailes franciscanos y dominicos portando cirios, oficiantes, músicos y autoridades eclesiásticas y civiles acompañando a la Virgen de San Lorenzo bajo palio. En una cartela que recorre la parte inferior de la pintura se aclara el acontecimiento representado: "Estando la Reina de España Doña Margarita de Austria muy apretada de una grave enfermedad, pidió que se llevase a su oratorio a Ntra. Sra. de San Lorenzo y luego la dio salud y en acción de gracias la ofreció muchos dones y con gran solemnidad el Rey Don Felipe III la volvió a su casa".
Anónimo. Ntra. Sra. de San Lorenzo, s. XVIII
Museo de Santa Ana, Valladolid

Aquel hecho tuvo una rápida repercusión popular, de modo que en 1637 ya era invocada como patrona de la ciudad, aunque no fuera declarada oficialmente como tal, como ya se ha dicho, hasta el 21 de octubre de 1917, el mismo día de su Coronación Canónica, aunque en realidad ya había sido declarada Patrona principal de Valladolid por el papa Benedicto XV el 23 de febrero de 1916. Después seguiría su nombramiento como Alcaldesa Perpetua, motivo por el que ostenta a sus pies la vara de mando cuando está colocada en su retablo.

Pero el aspecto con que hoy podemos contemplar a la Virgen de San Lorenzo difiere mucho del que presentaba antaño. Hay que tener en cuenta que esta talla, cuyo original se puede datar en la segunda mitad del siglo XIV, a lo largo de su dilatada historia ha sufrido muchas transformaciones, especialmente durante el siglo XVII, cuando su devoción se acrecentó y se incrementaron sus ajuares, pasando a ser recubierta su sobria talla por un rico vestido bordado, un manto a juego y un rostrillo enmarcado de perlas, así como por una corona de orfebrería, superpuesta a la que presenta la talla, junto a una lujosa peana y un halo radiante de estética barroca realizado en plata. De este aspecto mantenido durante siglos nos informa una pintura devocional y anónima que se conserva en el convento de San Joaquín y Santa Ana, donde, a pesar de la ingenuidad de la pintura, plasma el aspecto que tenía cuando ocupaba su camarín, el mismo que presentaba durante su Coronación en 1917.


Anónimo. Detalle de Ntra. Sra. de San Lorenzo, s. XVIII
Museo de Santa Ana, Valladolid
Todos estos elementos comenzaron a desaparecer cuando la escultura fue sometida a una restauración en 1956, momento en que además le fue añadida la parte posterior de la que carecía para poder ser sacada en procesión. En este sentido, más eficaz ha sido la restauración llevada a cabo en 2015 el Centro de Conservación y Restauración de Bienes Culturales de Castilla y León, ubicado en Simancas, a cargo de la Consejería de Cultura y Turismo de la Junta de Castilla y León, donde la imagen ha sido restaurada en profundidad, devuelta en lo posible a su estado original y preservada para el futuro, ofreciéndose hoy al culto con su ingenua majestad gótica, desprovista de los textiles postizos que configuraban su imagen tradicional.
       
Deseamos a todos los vallisoletanos y acogidos en la ciudad, creyentes o no, unas felices jornadas en la celebración de este Centenario, pues es evidente que vivirán un momento histórico que sin duda pasará a los anales de la rica historia local.


Detalle de la Virgen de San Lorenzo. 8 de septiembre 2015
















Virgen de San Lorenzo. 8 de septiembre 2015













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